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El Día de los Caídos. Uno de los días festivos más celebrados en EE. UU., sin embargo, puede ser un día sombrío para muchos. Este día especial honra a aquellos que han dado su vida luchando por nuestro país, y para aquellos que han perdido a un ser querido debido a su servicio, el dolor se amplifica en el Día de los Caídos.

Hace casi 13 años mi vida dio un giro crucial. Aquel fatídico día como Comandante de un Equipo A de las Fuerzas Especiales, una misión se convirtió en el día más difícil de mi vida. La explosión instantánea de una bomba de 400 libras costó la vida a cuatro de mis hombres. Mi compañero de equipo Pedro Solis y su perro, Gulliver, me arrastraron a un lugar seguro mientras mis compañeros Boinas Verdes estaban en un tiroteo tratando de asegurar nuestros vehículos y prevenir más daños, y proporcionar ayuda a los heridos. Perdimos al SFC Bradley S. Bohle, al SFC Shawn P. McCloskey, al SSG Joshua M. Mills, y a nuestro intérprete afgano, Razul. Estos hombres eran hijos, hermanos, padres y esposos, y todos perdieron la vida sirviendo honorablemente a su país. Sus familias experimentaron la pérdida más dura que un ser querido puede soportar, y nunca serán olvidados.

Después del ataque, estaba luchando y mi mentalidad se deterioraba rápidamente. El trauma emocional que había enfrentado era mucho mayor que el trauma físico. La culpa, el dolor, el cansancio que sentía por las familias de mis hermanos de armas. Durante mucho tiempo, deseé y recé para que hubiera sido yo en lugar de ellos. Mi culpa del sobreviviente y mi lucha personal con el duelo impactaron mi vida diaria. Las actividades cotidianas básicas se convirtieron en un desafío y la depresión se arraigó profundamente en mí. Fue difícil de manejar hasta que un día me di cuenta. Necesitaba mirar la tragedia de frente y superarla. No podía cambiar lo que pasó, pero podía cambiar cómo impactaba mi vida de ahí en adelante.

Como no puedo cambiar el resultado de ese ataque, era mi deber honrarlos de la mejor manera que sabía. Necesitaba conmemorar a mis hombres a través de la acción y enfrentar mis luchas de frente y vivir la mejor vida posible por ellos. La epifanía que tuve es una que animo a todos a seguir este Día de los Caídos. La mejor manera de apreciar a los soldados caídos es mostrar una vida de gratitud y devolver el favor. Muchos han dado sus vidas por un propósito mayor que ellos mismos: la libertad. Realmente somos bendecidos de ser libres para vivir en una tierra donde, cuando surge la adversidad, si seguimos adelante sin importar la altura de la colina, cualquier cosa es posible. Esa misión se ha convertido en mi mejor fuente de sanación y me ha ayudado a alcanzar la luz al final de mi oscuro túnel. Y aunque todavía enfrento mis desafíos todos los días, el honor que doy ahora no solo alivia mi dolor sino que me da motivación.

El dolor de la pérdida es uno que no desaparece con el tiempo. Los efectos emocionales dejan una presencia duradera, con el peso del duelo persistiendo. Perder a un ser querido es un sacrificio que nadie puede entender y uno que no desearía a nadie. Sin embargo, en medio de toda la devastación, aún podemos encontrar formas de honrar positivamente sus recuerdos.

El Día de los Caídos es un día que a menudo se malinterpreta por muchos. Mientras que hay quienes ven hoy como un día de celebración, a menudo olvidamos que este día debería ser un momento de recuerdo. Hay tantas personas en nuestro país que han sido personalmente afectadas por la pérdida de un Combatiente. Y para cualquier Veterano, Militar en activo, familias Estrella de Oro, o cualquiera que haya perdido seres queridos en combate, esperamos que este mensaje pueda ayudar a guiarte en tu camino hacia la sanación.

De aquí en adelante, usemos el Día de los Caídos no solo para honrar y recordar a aquellos que ya no están con nosotros, sino también para ponernos en acción para mejorar nuestras vidas. ¡Sal y GANA! Sigamos adelante y vivamos nuestras vidas por aquellos que ya no pueden. Cualquier cosa menos que eso es una oportunidad perdida. No fue hasta que me di cuenta de que la mejor manera de honrar a aquellos que dieron su vida defendiendo este maravilloso país que tanto amamos, era vivir la vida más increíblemente posible.

Miembros del Servicio Activo, Veteranos y Militares Retirados, tomen hoy para conmemorar a los que hemos perdido y continúen luchando con orgullo y fuerza. Sepan que siempre están luchando por un propósito mayor: la democracia y la libertad.

A nuestras familias Estrella de Oro, quiero tomar este momento para darles mis más sinceras condolencias por su pérdida. Sus seres queridos han hecho el sacrificio máximo y, aunque nunca podamos entender el dolor que han pasado, siempre tendrán nuestra mayor apreciación y respeto.

A los Ciudadanos de nuestro Gran País, seamos siempre agradecidos por aquellos que van y luchan por nuestra libertad continua. Su valentía y dedicación deben seguir inspirándonos a vivir la vida al máximo.

Hoy es el día para también recordar a las familias de aquellos que han perdido la vida. Para muchos, el Día de los Caídos es solo un día, sin embargo, para los más afectados, lo viven todos los días. En este Día de los Caídos, desde mi corazón hasta el tuyo, apreciamos el servicio y sacrificio de aquellos que han pagado el sacrificio máximo y permanecemos comprometidos con su honor y las familias que han dejado atrás.